Construido en el vecindario de Chaillot , el hotel Prince de Galles fue diseñado en 1928 por André Arfvidson. Su estilo está inspirado en la Exhibición de Artes Decorativas realizada en 1925, con una fachada clásica pero moderna y un magnífico patio de mosaicos. Arfvidson, quien trabajó en una de las galerías de los Campos Elíseos, perteneció al movimiento denominado “Arquitectos Intermediarios”, que anunció el período conocido como el Movimiento Moderno.
Este establecimiento debe su nombre a la razón por la que fue construido: recibir al futuro Príncipe de Gales, Eduardo VIII, hijo del rey de Inglaterra Jorge V, durante sus visitas anuales a París.
Abrió sus puertas en septiembre de 1928, y numerosas personalidades del momento asistieron a la espectacular inauguración, convirtiéndose rápidamente en huéspedes regulares del hotel. Entre ellos, se encontraban Winston Churchill, Lord Chamberlain, el rey de Yugoslavia o la actriz Marlene Dietrich.
El Prince de Galles, que en 1998 se unió a la cadena Starwood Hotels & Resorts, acaba de ser objeto de una completa renovación que ha mantenido cerrado el establecimiento entre febrero de 2011 y mayo de 2013.
La restauración ha sido realizada por la firma de arquitectura Ertim Architectes, en colaboración con dos diseñadores franceses de reconocimiento internacional: Pierre-Yves Rochon y Bruno Borrione.
Con la especial obsesión por los detalles que caracteriza a Rochon, el diseñador ha sido el responsable de reformar las ciento quince habitaciones del Prince de Galles, así como las cuarenta y cuatro suites, los espacios públicos del hotel y la zona de fitness. El creador francés ha dotado a todas estas estancias de un claro estilo art decó, propio de los años 30, época en la que el hotel abrió sus puertas por primera vez al público. “El art decó es un estilo muy parisino pero que, no obstante, es muy difícil encontrar actualmente en la escena hotelera de la ciudad”, declara Rochon.
El mobiliario art decó y las piezas decorativas han sido fabricadas en madera de ébano de Macasar y mármol Saint Laurent por artesanos locales, que también han realizado los impresionantes mosaicos y las espectaculares lámparas de araña.
Por su parte, Bruno Borrione ha sido el encargado de la renovación de las zonas del hotel dedicadas a la restauración y la hostelería. El restaurante “La Scène”, donde el mármol blanco alrededor de la cocina abierta se yuxtapone a las líneas sobrias de madera oscura. El bar “Les Heures”, que evoca un ambiente íntimo en el que destaca el contraste de texturas del mármol, la mádera de ébano de Makassar y la piel.