En la avenida más hermosa de Lisboa, a unos pocos metros de la famosa plaza de Marqués de Pombal en el centro histórico de la capital portuguesa, Cartier inauguró en presencia de más de cuatro cientos invitados, su nueva joyería, en cuya fachada aparece el número 240 en bronce.
Situada en un edificio construido en el último cuarto del siglo XIX, siguiendo el modelo de los boulevards que creó el barón Haussmann en la ciudad de París, la joyería se establece dentro del corazón de la arteria más elegante de la ciudad con un estilo clásico y soberano.
En un inmueble protegido, que ha sido objeto de una rehabilitación ejemplar, se levanta un espacio de 250m2 con más de diez vitrinas verticales enmarcadas con piedra tallada.
Fiel al espíritu de la Maison, el número 240 de la Avenida de Liberdade cultiva el arte de recibir e invita a descubrir la elegancia de los salones dedicados a la joyería, a las alianzas y sortijas de compromiso, a la relojería y los accesorios. Un universo que privilegia el confort de los materiales nobles, paredes claras, cueros oscuros pespunteados para las mesas y consolas… Una atmósfera íntima a imagen del concepto creado por el arquitecto de interiores parisino, Bruno Moinard, responsable de la decoración de las joyerías Cartier en todo el mundo.