El tándem Le Cléac’h-Thomson, que ha estado enzarzado en un duelo durante la mayor parte de los 63 días que van de la regata Vendée Globé, sigue a ritmo de récord, por debajo de cuatro días respecto al tiempo establecido por François Gabart, el vencedor de la anterior edición 2012-2013. Pero los dos líderes actuales no tienen tiempo para alegrías ni celebraciones estando inmersos en las calmas ecuatoriales, famosas por atrapar en sus tentáculos a los navegantes. Aunque el liderato de Le Cléac’h es relativamente cómodo, no significa que éste no sufra la presión, aumentada si cabe al tener que abrirse camino a través de la temible zona sin apenas viento. Por otro lado, Thomson tiene la ventaja de poder evaluar la ruta de su rival y ajustar la suya con las referencias del líder para evitar las trampas. Si Le Cléac’h tropieza y se detiene, aunque sea por un momento, podría dar la oportunidad a Thomson de amenazar la ventaja de su rival.
El navegante británico Alex Thomson buscaba la menor oportunidad para atacar al líder de la Vendée Globe, Armel Le Cléac’h, mientras se preparaba para continuar su duelo incesante en el hemisferio Norte. Le Cléac’h cruzó el Ecuador el sábado a las 01: 23 horas, iniciando su ascenso a través del Atlántico Norte hacia la meta de la vuelta al mundo en solitario en Les Sables d’Olonne (Francia). Sin embargo, el Hugo Boss de Thomson sigue al acecho, a sólo 118 millas a las 15:00 horas de hoy, y a 20 millas de cruzar el Ecuador.
En videoconferencia,con menos de 3.000 millas a la línea de llegada, Thomson decía no estar preparado para dejar escapar a Le Cléac’h. «¿Si hay alguna posibilidad de atraparlo? Tal vez. Sólo tendremos que esperar y ver qué pasa. El tiempo no está del todo claro y cuando las cosas están cambiando constantemente entonces surgen oportunidades. He estado trabajando duro tratando de encontrar esas oportunidades. Me siento agotado pese a estar acostumbrado al cansancio, que se vuelve algo normal. Las calmas ecuatoriales sólo son otra parte de ello. Todavía estoy muy motivado y luchando por la victoria. Sería estupendo estar peleando por el primer puesto hasta la meta y haré todo lo posible para que así sea».
Jean-Pierre Dick ha subido hoy a la cuarta posición, superando a Yann Eliès y Jean Le Cam gracias al viento un poco más fuerte en el borde oeste del anticiclón de Santa Helena. Mientras tanto, Louis Burton (Bureau Vallée) todavía estaba luchando contra una borrasca argentina de 35 nudos, pero sus 16 nudos de velocidad de barco lo convirtieron en el navegante más rápido del día.
Después de arreglar un timón roto de La Fabrique, el suizo Alan Roura ha dicho que estaba concentrado en superar el 12º puesto de Fabrice Amedeo antes de llegar a Cabo de Hornos, a unas 2.000 millas de distancia. «Estaba muy cansado por todas las cosas que tenía que arreglar pero ahora estoy muy feliz. Estoy a 2.000 millas de Hornos, he vuelto al modo competición y me siento más fuerte que nunca», señalaba Roura, que con 23 años es el más joven de la flota. «Quiero llegar ahí en menos de ocho días. El plan es atrapar a los otros, quiero estar por delante de Fabrice [Amedeo] en Cabo de Hornos. La pelea sigue en marcha, todavía queda mucha regata por delante y estoy muy contento de estar aquí».
Un puesto más atrás, en el 14º, a unas 6.000 millas de los barcos en cabeza, el patrón americano Rich Wilson ha desvelado que ha disfrutado de su mejor sueño en semanas, gracias a unos auriculares aislantes del ruido que desconectaron el sonido del mundo exterior. «Me cansé mucho de que el viento aullara a través del aparejo, recordándome lo inhóspito que es ahí fuera. Había leído después de la Nueva York – Vendée Race que Jérémie Beyou había utilizado auriculares aislantes del ruido para tratar de conseguir algo de paz y tranquilidad. Compré unos y los probé anoche por primera vez. A menudo los ruidos nos alertan de posibles problemas, por lo que era reacio a emplearlos pero debía hacer algo para descansar relajadamente. Escuché música celestial. Todo era paz dentro de los auriculares y fuera todo aullaba. Dormí muy bien. Los usaré de nuevo pero no todos los días”.
También ha habido buenas noticias para el francés Sébastien Destremau, que zarpaba de su lugar de fondeo en Port Esperance (Tasmania) después de arreglar una cruceta del mástil roto del TechnoFirst – faceOcean. Destremau cierra la flota en el puesto 18º, con más de 4.000 millas por completar hasta Cabo de Hornos. Pero Stanislas Devorsine, dueño del buque de suministro francés L’Astrolabe, informaba que Destremau estaba de buen humor cuando se cruzaron en su ruta hacia el sur hasta la Antártida.