Uno de los retratos más refinados de Botticelli, Propiedad de la familia Guardans-Cambó, se encuentra actualmente a la venta pero al ser declarado Bien de Interés Cultural (BIC) en 1988, «no podrá desvincularse de España», según afirman fuentes del Ministerio del Cultura.
El cuadro ha pasado de mano en mano. Una de sus últimas restauraciones fechadas tuvo lugar en el Museo del Hermitage de San Petersburgo, como demuestra una inscripción en cirílico en su reverso. Durante su depósito en el Prado, el Gobierno aseguró la pieza 60 millones de euros con la garantía del Estado. Esa sería la cifra con la que podría irrumpir en el mercado, aunque se trata de un mera especulación. Se estima que en la venta actual rondaría los 30 millones de euros. El cuadro se ofreció al Prado por 15 millones. DE momento parece que no ha habido ninguna oferta por padre del Estado Español.
En estos momentos es el único cuadro del autor en manos privadas. En la época del renacimiento que se solía pintar en algún taller de un artista pero este cuadro fue pintado solo por el propio Boticceli. La mirada del cuadro observa al espectador.
Estos días que se celebra el bicentenario la pieza estela, la galería Trinity Fine Art expondrá esta obra en el mes de octubre en la Frieze Masters de Londres. La galería informa que tiene a la venta «el último ‘botticelli’ en manos privadas». Una circunstancia que promete una venta multimillonaria, por más que, con la ley en la mano, la pintura no podría salir de España sin la autorización de la Junta de Calificación, Valoración y Exportación de Bienes del Patrimonio Histórico.
«El cuadro fue declarado BIC en 1988 y, por tanto, es inexportable», precisan desde el ministerio que comanda José Guirao. Admiten, con todo, que «puede salir de España con un permiso de exportación temporal, como el que tiene en la actualidad». Destacan que la familia Guardans-Cambó, que han sido y son grandes benefactores del Prado, «son conscientes» de que se trata de un BIC lo que supone «una limitación para su venta al estar incluido en esa categoría».
Quien lo adquiera debe ser, por tanto, muy consciente de las restricciones, ya que «la pintura no va a poder desvincularse de España nunca y tendrá que cumplir con todos los requisitos y garantías que la normativa exige para los BIC». Sobre una posible compra por parte del Estado, Cultura dice que «serán los propietarios quienes, en su momento, deban notificar al Estado si existe posibilidad de venta o no», lo que «de momento no se ha producido».