Por Andrés Ruiz Tarazona
Todas las manifestaciones de la cultura han sido siempre un punto de mira para el famoso proyecto Ruta Quetzal impulsado y dirigido por Miguel de la Quadra-Salcedo. Y la música siempre tuvo una especial presencia en él, habiendo colaborado en la Ruta figuras de la música española como Antonio Baciero, Emilio Moreno, Alicia Lázaro, etc.
Todavía recordamos y escuchamos un cedé realizado por la Ruta Quetzal de 1997, en el que se grabó, en homenaje a Don Juan de Palafox y Mendoza, una Misa a 8 voces, con violines, trompas y clarines, de José de San Juan (c.1685-1747) que se hallaba en el Archivo de la catedral de Puebla de los Angeles, en México. Recordemos que José de San Juan fue maestro de los niños cantorcicos de la Capilla Real y también maestro de capilla del Monasterio del las Descalzas Reales de Madrid desde 1711. En su poema “La música”, Tomás de Iriarte pone a San Juan entre los grandes maestros de la música sacra del barroco español.
Al conmemorarse los treinta años de aventuras de la Ruta Quetzal, “antiguos y modernos expedicionarios” organizados por Borja Juan, pianista, expedicionario 2007 y director del Aula de música, Carlos Rodríguez, director de orquesta y expedicionario 2010, actual estudiante de la Kunst Universität Graz de Austria, Jaime Belmonte, compositor y expedicionario 2005 actual estudiante en la Sibelius-Akatemia en Helsinki e Iliana Sánchez Moreno, cantante, expedicionaria 2001 y profesora del aula en el 2007 han organizado un concierto de gala en homenaje a Miguel de la Quadra- Salcedo que ha sido celebrado en el gran salón de música del Casino de Madrid de la calle Alcalá, con la participación de músicos ruteros del Conservatorio Profesional de Música “Arturo Soria”, de la Escuela Superior de Reina Sofía, de la ESMUC, de Musikene, de Basilea, de la Orquesta de Humbolt .
Se pudieron escuchar músicas tradicionales del Perú, de Colombia y el “Agur Jaunak” vasco, pero también de M.D. Pujol, Bach, Telemann y una maravilla extraída del Códice de las Huelgas, el planto “Plange Castella misera” entonado por Iliana Sanchez Moreno, soprano con emocionada delicadeza.
La segunda parte del concierto homenaje a Quadra-Salcedo contó con una gran orquesta sinfónica que ofreció el “Allegro con fuoco” de la “Novena Sinfonia”, o “Sinfonía del Nuevo Mundo” de Antonin Dvorak y el popular “Danzón núm.2” de Arturo Márquez, el gran compositor del México moderno, tantas veces aplaudido en las versiones del famosísimo Gustavo Dudamel. Estas dos obras fueron dirigidas por un joven castellano-leonés, Carlos Rodríguez Rodríguez.
Finalmente, la orquesta dirigida por el maestro Jaime Belmonte ofreció música de Ennio Morricone para la película “La Misión”, y una obra propia en homenaje a Miguel de la Quadra-Salcedo, titulada “Ñan” (es decir, “Camino” en quéchua), composición de excelente nivel en la que brilló el instrumentista, Imanol Zabaleta Altuna, expedicionario del 2005 que tocaba la “alboka” un instrumento de uso actual en el País Vasco, el albokari tuvo que responder a los aplausos con una pieza virtuosística con la cual desató el entusiasmo del público que llenaba la sala. Un gran concierto y un merecido homenaje.
¿Estamos ante el nacimiento en Madrid, de una gran orquesta “Quetzal”, con jóvenes y veteranos de la Ruta? Solo harían falta algunos apoyos para que este sueño se realice. ¡Adelante!
Crítico musical Académico de la Historia
Andrés Ruiz Tarazona
Foto: Angel Colina